Hoy somos parte de la antigüedad del futuro y con gran certeza podría afirmar que para entonces habrá alguien, que vaya a saber con que tipo de tecnología, exprese más o menos lo mismo que a continuación:
Supuestamente, la modernidad iba a ser aquel periodo de la historia humana donde los temores de la sociedad y de sus actores desaparecerían con el surgimiento de políticas evolucionadas que habrían superado el miedo a la amenaza concreta.
En la Argentina del año 2007, la dirigencia política se debate entre las vertientes peronistas, radicales, radicales k, peronistas k, radicales L, y cuantos otros grupos de personas que desde sus ambiciones y objetivos intentan diferenciarse del resto, pero siempre al resguardo de un Presidente que lucha por romper estos esquemas viciosos proponiendo una concertación que por lo visto aun no es entendida, o si lo es, entendida según las conveniencias.
Con este panorama, ahora podemos analizar lo expresado ut supra referido a ¿Cual es la amenaza concreta? Algunos identifican a la amenaza concreta con los intereses económicos extrajeros, otros con los dirigentes políticos contrarios a nuestras posiciones ideológicas, otros con “la gente” que no sabe que quiere, y usted estimado lector, también tendrá identificada una amenaza, con la cual la lista de posibilidades se agranda, a tal punto que las muecas de ingenuidad devastaran el inconsciente colectivo.
La suma de de todas las posiciones encontradas, determinaran un todo como amenaza al desarrollo Nacional.
La concertación debe ser entendida como una Herramienta Nacional y no como un batido entre fuerzas políticas antagónicas. Es deber de todo argentino bien parido, luchar por la concertación y aportar ideas de desarrollo para esta nueva etapa del Proyecto Nacional. Al resto, lo invito a reflexionar y sumarse a este esfuerzo en pos de este futuro y el de la descendencia.
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